Rompe las cadenas de tus creencias limitantes
Tus creencias sobre el dinero, muchas veces heredadas de tu infancia, actúan como cadenas que te atan a resultados financieros escasos. Estas ideas, como “la plata no alcanza” o “ser rico es malo”, están grabadas en tu subconsciente y limitan tu potencial. Romper estas cadenas implica tomar conciencia de esas creencias, entender su origen, separarte de ellas y reprogramar tu mente con una mentalidad de abundancia.
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Los 4 pasos para el cambio
Un método claro para transformar tu relación con el dinero: conciencia, comprensión, disociación y reacondicionamiento. Estos pasos te ayudan a identificar las creencias que te frenan, entender de dónde vienen, darte cuenta de que no son parte de quién eres y reemplazarlas por ideas que te empoderen. Este proceso no es magia instantánea, pero es el camino para liberar tu mente y subir tu termostato financiero.


Paso 1: Conciencia – Identifica tus creencias
El primer paso es darte cuenta de qué creencias sobre el dinero tienes grabadas. Estas suelen venir de frases que escuchaste de chico, como “El dinero es la raíz de todos los males” o “Hay que trabajar muy duro para ganar algo”. Anótalas sin juzgarlas. La conciencia te permite ver lo que antes estaba escondido.
Para sanar cualquier relación —incluida la que tienes con el dinero— el primer paso es mirar hacia adentro con honestidad.
Esto significa identificar las emociones que surgen cuando piensas en tus finanzas y rastrear de dónde vienen.



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Paso 2: Comprensión – Entiende su origen
Una vez que identificaste tus creencias, pregúntate: ¿de dónde vienen? Muchas veces, no son tuyas, sino que las absorbiste de tus padres, tu entorno o experiencias pasadas. Entender que estas ideas te fueron “impuestas” te da poder para cuestionarlas. No son verdades absolutas, solo reflejos de cómo otros veían el mundo.
Paso 3: Disociación – Separarte de tus creencias
Ahora que sabes qué creencias tienes y de dónde vienen, tómate un momento para darte cuenta de que no eres esas creencias. Son solo ideas que aprendiste, no tu identidad. Pregúntate: “¿Esta creencia me ayuda hoy? ¿La quiero seguir cargando?”. Este paso te da la libertad de elegir qué conservar y qué soltar.
¿Eres tú… o son solo tus creencias?
Imagina que estás hablando con la creencia como si fuera una persona que te acompañó mucho tiempo. Vas a tener una pequeña conversación con ella. Después decidirás si quieres que siga en tu vida o no.
Escribe la creencia limitante que identificaste:
Ejemplo: “No soy bueno/a para manejar dinero”
Ponte en modo observador/a:
Imagina que esa creencia es como un personaje. ¿Cómo habla? ¿Qué frases repite? ¿Cómo te hace sentir?
Ejemplo: “Hola, soy la creencia que dice ‘no vas a poder vivir de lo que te gusta’ y aparezco cuando estás a punto de empezar algo nuevo.”
Desafíala con preguntas:
¿Eres 100% verdadera? ¿Siempre fuiste cierta?
¿De quién la aprendí?
¿Qué intención positiva tiene para mí?
¿Me protege de algo?
¿Qué oportunidades me estoy perdiendo por creerte?
Elige desde tu libertad:
¿Quieres seguir sosteniéndola?
🔘 Sí, me sirve y la elijo conscientemente.
🔘 No, ya cumplió su función y la dejo ir.
🔘 La voy a transformar en una nueva creencia.
Si elegiste dejarla ir o transformarla, escribe una nueva creencia empoderante:
Ejemplo: “Estoy aprendiendo a manejar mi dinero con más conciencia cada día.”
Despídete de esa creencia como si cerraras un ciclo:
Ejemplo: “Gracias por intentar protegerme, pero ahora elijo otra verdad para mí.”
Paso 4: Reacondicionamiento – Reprograma tu mente
El último paso es reemplazar las creencias limitantes por otras que te empoderen. Aquí entran las declaraciones, frases positivas que dices en voz alta con convicción para reprogramar tu subconsciente. Por ejemplo, en lugar de “Ahorrar es imposible”, di “Elijo ahorrar e invertir para mi libertad financiera”. Las declaraciones envían un mensaje al universo y a tu mente, pero deben ir acompañadas de acción para que funcionen.
El poder de las declaraciones

¿Por qué funcionan las declaraciones? Porque todo es energía, y al decirlas en voz alta, esa energía vibra en tu cuerpo y tu mente. Son como un mensaje directo a tu subconsciente, que empieza a aceptar nuevas formas de pensar. Dilas dos veces al día (mañana y noche), idealmente frente a un espejo, para acelerar el cambio. Pero ojo: no basta con decirlas, tienes que actuar en consecuencia.

Cómo aplicar los 4 pasos a cada influencia
Cómo usar los 4 pasos para trabajar las tres influencias de tu termostato financiero (programación verbal, modelos de referencia, incidentes concretos).
Programación
verbal
Modelos de referencia
Incidentes concretos
Por qué las emociones mandan
Cuando tu subconsciente debe elegir entre emociones fuertes (como miedo o culpa) y lógica, casi siempre ganan las emociones. Por eso, las creencias limitantes son tan poderosas: están cargadas de sentimientos. Al reprogramar tu mente con declaraciones, estás creando nuevas emociones positivas que te impulsan a actuar diferente.
El rol de la acción
Las declaraciones son poderosas, pero sin acción, son solo palabras. Debes emprender acciones concretas para que tu nueva mentalidad se traduzca en resultados. Por ejemplo, si dices “Elijo la abundancia”, empieza por separar el 10% de tus ingresos para ahorrar o investigar cómo invertir tu dinero. La acción refuerza tu nueva programación.