Desenmascara las mentiras que bloquean tu abundancia
Ken Honda explica que nuestra relación con el dinero está moldeada por creencias erróneas que nos enseñaron desde chicos o que absorbimos de la sociedad. Estas mentiras sobre el dinero nos hacen verlo como algo complicado, negativo o incluso peligroso, bloqueando nuestra capacidad de disfrutarlo. En Argentina, estas ideas se refuerzan por el contexto económico, pero al desmentir estas creencias, podrás empezar a ver el dinero como un aliado, no como un enemigo.
Mentira #1: “El dinero está asociado a emociones negativas”
La primera mentira es que el dinero siempre viene con emociones como miedo, culpa, vergüenza o envidia. ¿Te suena familiar? Piensa en cuando pagas una factura de luz y sentís frustración porque “se lleva todo tu sueldo”. O cuando ves a un amigo comprando algo caro y piensas “yo nunca voy a poder”.
Estas mentiras sobre el dinero se meten en nuestro inconsciente desde la infancia, a través de la familia, la cultura y los medios. ¿Y qué genera eso? Que aunque deseamos tener más, no sabemos recibirlo con alegría. Cuando nos pagan, sentimos culpa. Cuando gastamos, sentimos ansiedad.
Ken Honda lo explica con el concepto de Money EQ, que vimos anteriormente. Así como existe el cociente intelectual (IQ), el EQ mide tu inteligencia emocional con respecto a al dinero. Cuanto mayor tú Money EQ, más relajada, agradecida y en paz es tu relación con el dinero.
Cómo superar esta mentira
Cambia tu perspectiva. En lugar de ver el dinero como fuente de estrés, empieza a verlo como una herramienta para crear alegría. Por ejemplo, la próxima vez que pagues una cuenta, di mentalmente: “Gracias por darme luz en casa”. Esto no cambia el monto, pero sí cómo te sientes al gastarlo. En Argentina, practicar la gratitud puede ser un acto revolucionario para sanar tu relación con el dinero.
Actividad: “Reescribe tus guiones financieros”
Toma un cuaderno o tu celular y anota tres frases que sueles decir o pensar sobre el dinero, como “el dinero nunca alcanza” o “gastar es malo”. Estas son tus guiones financieros.
Luego, reescríbelas en positivo. Por ejemplo, “el dinero nunca alcanza” puede convertirse en “siempre encuentro formas de cubrir mis necesidades”.
Por último, reflexiona: ¿cómo te hacen sentir estas nuevas frases? Practica repetirlas durante una semana para reprogramar tu mente. Este ejercicio te ayuda a identificar y cambiar las creencias negativas que alimentan el dinero triste.
Mentira #2: “El dinero es complicado”
La segunda mentira es que manejar el dinero es algo supercomplejo, lleno de estrés y obstáculos. En Argentina, esta idea es especialmente fuerte. Entre la inflación, los diferentes tipos de dólar, las tasas de interés altísimas y los impuestos, parece que necesitas un doctorado en economía para no quedarte en bancarrota. Esta creencia nos atrapa en un ciclo de ansiedad: ganamos, gastamos, volvemos a ganar, y nunca sentimos que avanzamos. ¿Te pasó que intentaste ahorrar, pero un gasto inesperado te hizo tirar todo por la borda?
Ken Honda dice que esta complicación es una ilusión creada por nuestra mentalidad. El dinero no es complicado si entiendes tu tipo financiero, es decir, cómo te comportas con él. Hay tres tipos principales:
Eres acción-orientado. Si te dan $10.000, quieres gastarlos (gastador), guardarlos (ahorrador) o multiplicarlos (hacedor de dinero). Por ejemplo, un gastador se compraría ropa nueva, un ahorrador lo pondría en un plazo fijo, y un hacedor buscaría invertir en un emprendimiento.
Vives como si el dinero no importara. Quizás creciste en una familia en una buena posición económica y nunca te preocupaste por él, o elegís trabajos por pasión, no por dinero. Este tipo suele ser el más feliz, según Honda.
Evitas el dinero porque lo ves como peligroso. Incluye a los “hippies” (que rechazan el capitalismo), los “apostadores” (que arriesgan sin pensar), los “ahorradores-derrochadores” (que ahorran y luego gastan todo) y los “preocupados” (que viven ansiosos por sus finanzas).
Cómo superar esta mentira
Identifica tu tipo financiero y ajusta tu actitud. Si eres temeroso, empieza a ver el dinero como un flujo, no como algo que se escapa. Si eres controlador, busca un equilibrio entre gastar y ahorrar. Entender tu tipo te da claridad y hace que las finanzas sean menos abrumadoras.
El primer paso para cortar este ciclo es simple: crear una relación amigable con la información financiera básica. Conocer tus ingresos, gastos, tus derechos como consumidor, tu capacidad de ahorro y tus metas.
El dinero es como un idioma: no naces sabiendo, pero puedes aprender. Y cuanto más aprendes, más seguro/a te sientes.
Recurso interactivo: Test online “¿Cuál es tu tipo financiero?”
Mentira #3: “El dinero es un monstruo”
Esta mentira es la más profunda: tenerle miedo al dinero.
Según Ken Honda, muchas personas tratan al dinero como a un monstruo escondido en el armario. Quieren que esté cerca, pero al mismo tiempo les da pánico enfrentarlo.
Y cuando el miedo domina, la relación con el dinero se vuelve tóxica: evitamos mirarlo, no hacemos presupuestos, rechazamos cobrar más, o gastamos compulsivamente.
Cómo superar esta mentira
En lugar de ver el dinero como un monstruo, Honda propone tratarlo como un amigo. Imagínate al dinero como un compañero que quiere ayudarte, no hacerte daño. Para lograrlo, necesitas confianza: en ti, en tus habilidades y en el flujo del dinero. Honda explica que las personas exitosas no son ricas porque tienen dinero, sino porque confían en sí mismas y en que la prosperidad llegará.
Conexión con la realidad argentina
Estas tres mentiras sobre el dinero se potencian en contextos como el argentino, donde:
Pero por eso mismo, cuestionarlas es fundamental.
Cuando dejas de creer que el dinero es malo, complicado o peligroso, dejas de ser víctima de tu economía y te vuelves protagonista.
No importa cuánto tengas, sino cómo te vinculas con eso.
Desenmascarar estas tres mentiras sobre el dinero —que es negativo, complicado y un monstruo— es un paso poderoso para liberar tu abundancia. Al cambiar tus emociones, entender tu tipo financiero y tratar al dinero como un amigo, estás reescribiendo tu historia financiera.